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Preguntas frecuentes
Un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria con pacientes españoles, ha mostrado que solamente un 12% de la población española hace actividad física con regularidad, o lo que es lo mismo, solo 12 de cada 100 españoles realiza actividad física tres o más veces a la semana durante al menos media hora.
Las causas de esta inactividad física en la sociedad actual se deben principalmente a un abuso del tiempo en el que permanecemos sentados frente a la televisión o el ordenador, por la mecanización en el trabajo, por la falta de ejercicio físico en el tiempo de ocio, etc.
Derivado de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, para el 2030, enfermedades como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, propiciadas por la falta de actividad física, serán la causa de más del 70% de la morbilidad mundial.
Actualmente, la OMS estima que esta falta de actividad física provoca más de dos millones de muertes al año, además, aumenta sustancialmente el riesgo de hipertensión arterial, dislipidemias, osteoporosis, depresión y ansiedad.
En general, la masa muscular ya suele estar muy afectada en los enfermos renales, incluso hay pacientes que padecen el llamado Síndrome de Desnutrición que se caracteriza por la disminución de la carga muscular debido a la inactividad física; es decir, es el resultado de la atrofia del músculo esquelético.
Por lo tanto, la reducción de la actividad física en pacientes con ERC (Enfermedad Crónica Renal) incrementará la pérdida de masa muscular y, en consecuencia, la disminución de la capacidad de realizar las actividades básicas diarias, y ser menos independientes en nuestro día a día.
La mejor estrategia para evitar la pérdida contundente de masa muscular es incrementar el ejercicio físico, en la medida que se pueda, mediante el entrenamiento de fuerza.
¡Por supuesto que sí! Las personas con insuficiencia renal pueden mejorar su salud general mediante la actividad física y son muchos los beneficios que los pacientes obtienen por el mero hecho de ser más activos. Poder desarrollar actividades de la vida cotidiana con menor fatiga, obtener una buena independencia física y un estado de bienestar en tu día a día, mejorar la capacidad de caminar, subir escaleras o mantenerse de pie sin descanso, son algunos de los beneficios de incorporar el ejercicio físico a tu vida.
¡Sí, es posible y muy recomendable!
Varios estudios han demostrado la necesidad de entrenamiento físico en pacientes en hemodiálisis para alcanzar una mayor eficiencia cardiorrespiratoria, capacidad física y calidad de vida relacionada con la salud, algo que en estas personas se encuentra muy disminuida.
Podemos realizar tanto ejercicio aeróbico, como ejercicio de fuerza. Ambas se pueden realizar en sesiones supervisadas en días sin diálisis y también durante la hemodiálisis.
Durante la diálisis existe un control mayor de los pacientes, unida a un incremento de la tasa de eliminación de fosfatos y otros productos de desecho generados por el ejercicio. Por este motivo, es interesante incluir el ejercicio físico en las unidades de diálisis.
Estudios recientes han demostrado la necesidad y el valor de los ejercicios de fuerza para los pacientes de hemodiálisis ya que su principal debilidad proviene del cansancio en las piernas.
Se trata del grado de esfuerzo que requiere un ejercicio. Cuando realizamos un trabajo con pesas, la intensidad la podemos cuantificar en base a los kilos que podemos movilizar en cada uno de los ejercicios. Sin embargo, si la actividad que realizamos es más cíclica o aeróbica la cuantificación más habitual es la frecuencia cardiaca.
En pacientes con enfermedad renal crónica, la intensidad del entrenamiento deberá estar muy regulada, ya que el riñón es el órgano encargado de mantener un equilibrio en el organismo estabilizando la pérdida de agua y electrolitos durante la actividad física.
Durante el ejercicio físico aumenta la perfusión sanguínea a los músculos involucrados en dicho ejercicio y, por consiguiente, disminuye la circulación en el área renal.
Según estudios científicos, el ejercicio suave puede incrementar la filtración glomerular, mientras que el ejercicio intenso la disminuye. Este descenso de la circulación renal durante la actividad física es proporcional a su intensidad y duración, es decir, está más presente en los ejercicios prolongados que en los de corta duración.
En definitiva, debemos poner una limitación en la intensidad de trabajo para proteger nuestro o nuestros riñones.
Existe una fórmula general muy sencilla para estimar nuestra frecuencia cardíaca máxima. Si al número 220 le restas tu edad, el resultado es la frecuencia cardíaca máxima TEÓRICA con la que podemos diseñar nuestros entrenamientos.
Hasta aquí todo bien, pero ¿la frecuencia cardiaca máxima es la misma en población general que en enfermos renales crónicos? No siempre, por eso, la mejor forma de saber cuál es tu frecuencia cardiaca máxima REAL es realizando una prueba de esfuerzo en la que se monitoriza el consumo de oxígeno, la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.
Es de vital importancia realizar una prueba de esfuerzo (siempre en presencia de un médico especialista) en población con una enfermedad renal crónica ya que la fórmula de la que hablábamos antes puede desvirtuarse y por lo tanto no la podremos utilizar como herramienta para cuantificar la intensidad.
Lo primero que tienes que hacer para comenzar tu experiencia en Renal&Go es visitar https://renalgo-dev.idavinci.software/register/user y registrarte como “paciente” o como “profesional”. Para ello solo te hará falta indicar tu nombre, email y tratamiento renal sustitutivo, además de aceptar las condiciones y el consentimiento de uso de datos.
Al iniciar sesión por primera vez, te recomendamos que rellenes tus datos personales y médicos con los que la aplicación trabajará.
Después, dirígete a la tienda de aplicaciones de tu móvil para descargar en instalar la app Renal&Go. Inicia sesión con las mismas credenciales con las que acabas de realizar el registro y completa los tests de entrenamiento para tener una experiencia completa en Renal&Go.
Si tuvieses alguna incidencia, consulta el Manual de Registro de la sección de “Recursos Descargables” o contacta con nosotros a través de la página de “Soporte”.
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